Conozca la melaleuca y aprenda a cultivar esta especie.
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A melaleuca ( Melaleuca armillaris ) es un árbol arbustivo de crecimiento muy vigoroso. Sus hojas son pequeñas "agujas", mientras que las flores destacan por ser blancas y en forma de pincel.
Ver también: ¿Sabes cuáles son los tipos de plantas y sus diferencias? ¡Ven y descúbrelo!Robusta y resistente, la especie tolera muy bien la exposición a pleno sol, el calor y la salinidad, lo que la convierte en una gran elección para la ornamentación de jardines.
Además, también puede cultivarse en macetas grandes, siempre que se respeten condiciones como el clima, la exposición al sol, el viento o la salinidad.
El cultivo de la planta puede realizarse incluso para aprovechar sus propiedades beneficiosas, ya que la melaleuca puede utilizarse con diversos fines, como evitar la proliferación excesiva de organismos nocivos. hongos para ayudar a cicatrizar las heridas o como ayuda para calentarse. repelente natural por ejemplo.
Ver también: McDonald's en EE.UU. paga este salario a sus empleados; ¡mira!Así que, si estás especialmente interesado en plantar esta especie, aprende los principales consejos de cultivo para no equivocarte. ¡compruébalo!
Cultivo
La melaleuca se adapta a una gran variedad de suelos y situaciones, pero es esencial que el lugar elegido esté bien iluminado, con luz solar plena durante la mayor parte del día.
Para plantarla, se recomienda adquirir un esqueje ya desarrollado en un vivero o floristería. Aunque es poco exigente, plante su melaleuca en un suelo que drene bien y riéguela con regularidad al principio de su establecimiento. Al final del primer año, los riegos pueden ser más espaciados.
Si cultiva directamente en el suelo, proteja su árbol de los vientos fuertes durante los primeros meses. Si planta en macetas, elija una grande con agujeros para que drene el agua. Plante su plantón, riegue y abone con frecuencia.
No intente trasladar la melaleuca cuando ya esté firme y desarrollada, ya que no responden bien al trasplante.
Como ya se ha mencionado, se trata de una especie de crecimiento rápido y vigoroso, por lo que la poda es sumamente necesaria. Para mantener la forma y el tamaño sin perder el control, debe podarse de tres a cuatro veces al año.
Además, para evitar que se vuelva de tronco grueso y quede desnudo por debajo, hay que podarlo regularmente desde joven, lo que se recomienda hacer con tijeras de podar afiladas. Con paciencia y dedicación, pronto tendrás en casa un árbol elegante, lleno de vigor y energía.