No se deje engañar: este tipo de préstamo con tarjeta de crédito está prohibido por la ley
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La Ley de Introducción a las Reglas del Derecho Brasileño (LINDB), en su artículo 3, deja claro que nadie puede incumplir la ley simplemente alegando desconocerla, por lo que es importante estar siempre al tanto de las prácticas que pueden considerarse ilegales en Brasil.
De hecho, en Brasil se ha hecho muy popular una nueva práctica que consiste en que las personas con crédito negativo buscan préstamos El problema es que, a pesar de parecer una transacción legítima, estas acciones pueden enmarcarse en delitos penales.
Ver también: Relojes: ¿Hay que llevarlos en el brazo derecho? ¿Derecha o izquierda, cuál es la muñeca correcta? DescúbreloPedir prestado con tarjeta de crédito puede ser delito
No es infrecuente encontrar ofertas de préstamos en efectivo en el acto, incluso para quienes tienen su nombre en la lista negra de las agencias de protección del crédito, así como la posibilidad de devolverlos en largos plazos.
Resulta que, según la legislación brasileña, no está permitido ofrecer préstamos utilizando el tarjeta de crédito Además, la mayoría de los que ofrecen el servicio cobran intereses abusivos, que caen dentro del delito de usura, derivado de la usura.
Así, los delincuentes se aprovechan de la necesidad financiera, muy común en el país, así como de la falta de información y conocimiento específico de las leyes del país, consiguiendo lucrar con altos intereses a la persona que ya se encuentra en situación de fragilidad.
Ver también: ¿Pierdo las ayudas de Brasil si empiezo a trabajar con un contrato formal?¿Cómo se realiza el préstamo en la tarjeta?
La persona que va a prestar el dinero utiliza un máquina de tarjetas y pasa la cantidad determinada, entregando el dinero al cliente. Sin embargo, la cantidad pasada en la tarjeta es mucho mayor, dividida en varios plazos.
Sin embargo, lo que constituye un delito es el interés abusivo, ya que se cobra el porcentaje de la máquina de la tarjeta más el beneficio que recibe el usurero. Ni siquiera los propios operadores de tarjetas son conscientes del pago a plazos, ya que se registra como una simple compra.
Cabe señalar que la legislación brasileña sólo autoriza a las instituciones financieras y a los operadores de crédito a ofrecer préstamos contra el pago de intereses, también con un porcentaje máximo determinado por la legislación.
