Las perlas son piezas de joyería atractivas y a menudo bastante caras. Su valor oscila entre decenas y miles de dólares, y el precio estipulado depende principalmente de la rareza de la pieza, ya que se encuentran en una gran variedad de colores, formas y tamaños.

La belleza de estos tesoros marinos es conocida desde hace siglos por diversos pueblos antiguos, como los árabes, los chinos y los romanos. Sin embargo, hay una variante que se ha hecho especialmente apreciada en los últimos años, que es la Perla de Oro de Filipinas. A continuación, le contaremos más cosas sobre esta joya única.

¿Qué son las perlas de oro?

Este tipo concreto de perla se cultiva en el Mar del Sur de Filipinas y tiene un atractivo tono que la hace especial en comparación con otros tipos.

Su fabricación comienza con la inserción de un núcleo en el interior de la ostra. Esto puede ocurrir de forma natural, por ejemplo cuando un grano de arena u otro objeto cae sobre el molusco, o también puede estimularse artificialmente.

Fuente: Vlas Telino studio/shutterstock

Cuando esto ocurre, el animal comienza a segregar una sustancia llamada nácar alrededor de este cuerpo extraño que ha invadido su concha. ¡Y es precisamente este material el que la convertirá en perla!

Conviene recordar que no existe un tiempo predefinido para que finalice el proceso. Actualmente, en las granjas de perlas, la espera oscila entre 2 y 5 años, dependiendo del tamaño y la calidad que se requiera. En la naturaleza, este cómputo se eleva a 10 años o más.

Cuando se trata de perlas doradas, el proceso es un poco más complejo. Para empezar, se evalúan todos los moluscos y sólo se eligen los que tienen una capa interior dorada, que será la responsable del color de la joya.

Una vez elegidos, los animales son sometidos a una limpieza rigurosa y después se les inserta artificialmente el núcleo en su interior. El resto del método de producción se mantiene en estricto secreto, hasta el punto de que hay pocos lugares en el mundo capaces de producir estas gemas.

En la actualidad, países como Filipinas, Indonesia y Birmania lideran la producción y el comercio mundiales, pero recientemente Australia también ha empezado a desarrollar la actividad.

Así que, si quiere aprovechar el Día de la Madre para regalar una joya a su amada, tendrá que viajar lejos y desembolsar generosas cantidades. La mayoría de los envíos tienen como destino los EAU, donde se convierten en complementos de piezas de lujo.