Necesitas saber esto planta exótica La estrella del espectáculo tiene un aspecto bastante peculiar y puede costar bastante dinero, pero a cambio puede embellecer cualquier habitación e incluso robarle el protagonismo.

Sí, estamos hablando de una orquídea. ¿Sabía que existen unas 50.000 especies en todo el planeta? De ellas, 20.000 se encuentran en estado salvaje, mientras que las otras 30.000 son fruto de la cría en cautividad.

Según datos oficiales, Brasil es actualmente uno de los países con mayor variedad de estas plantas, con aproximadamente 3.500 ejemplares que se pueden encontrar en el territorio nacional, una marca impresionante.

En fin, basta de rollos y ven a descubrir más cosas sobre esta orquídea que más bien parece un animal del bosque.

Conozca a Drácula Simia, la famosa orquídea mono.

Sí, ambos nombres son absolutamente correctos: el primero es el nombre científico de la planta y el segundo es como se la conoce popularmente entre los profanos y los admiradores en general.

La orquídea mono es un espécimen bastante raro y difícil de encontrar en estado salvaje, y esto se debe a su lugar de crecimiento, que suele estar entre los 1.000 y los 2.000 metros de altitud.

De hecho, muchos bromean con que ésta es otra de las similitudes que tiene la planta con los simios, ya que ambos viven en lugares altos. Según los botánicos, este ejemplar en cuestión es originario de Sudamérica y sólo se puede encontrar aquí y en México (Centroamérica).

A su vez, la floración se produce en varias épocas del año, y se dice que puede desprender un aroma que recuerda al de las naranjas maduras, quizá otra de las razones por las que esta variedad es tan apreciada y valorada.

Y sí, la planta se puede cultivar en casa, pero requiere muchos cuidados especiales y, como ya se ha dicho, su precio tampoco es barato. Según estimaciones recientes, para adquirir un solo ejemplar habría que desembolsar entre 200 y 300 reales.

Sin embargo, si todavía quiere insistir en la idea, los criadores experimentados dicen que esta orquídea necesita ambientes frescos y sombríos para prosperar, ya que crece en lugares bastante altos donde el sol no incide durante mucho tiempo.

También tendrás que controlar el ritmo de circulación del aire en el cuarto de cultivo, ya que las corrientes de viento pueden transportar hongos, y esta planta es extremadamente sensible a ellos y puede acabar infectándose y muriendo.

Pero la buena noticia es que, al tratarse de una forma de vida originaria del continente sudamericano, los expertos afirman que puede adaptarse perfectamente al clima brasileño, siempre que se observen estrictamente los cuidados básicos.