Los geólogos -expertos en geología- describen los minerales como "un sólido natural, inorgánico, homogéneo, de composición química definida, con una estructura cristalina". Los minerales se encuentran en las rocas, y para que se formen es necesario un gran trabajo geológico.

En definitiva, estos minerales se convierten en materia prima de diversos materiales utilizados y vistos constantemente en nuestra vida cotidiana, sin embargo, lo que más llama la atención son las joyas.

Oro, plata, rubí, jade, zafiro, amatista, esmeralda son algunos ejemplos del resultado del trabajo de la naturaleza. Estos minerales se forman en las rocas y tienen un alto valor en el mercado.

Pero, después de todo, ¿es posible tener una joya "diferente", con un valor equivalente al de una joya que se fabricó con un mineral como materia prima? Compruebe lo que ocurrió en una antigua empresa de Estados Unidos!

Comprenda cómo los trabajadores de un antiguo depósito de pintura de coches convirtieron literalmente la basura en lujo. Los trabajadores se dedicaron a raspar la carrocería de los coches, hasta que se dieron cuenta de la belleza que había en esas pequeñas virutas que luego se desecharían.

Decidieron reunir estos restos de pintura extraídos de la carrocería de los coches. El tiempo empleado en reunir una cantidad de estos trozos era sin duda menor que el que tarda la naturaleza en formar una piedra de ágata, y sin embargo consiguieron un resultado tan espectacular que la piedra que crearon recibió el nombre de Fordita, el Ágata de Detroit.

Para conseguir tal nivel de belleza, trabajaron duro puliendo las mazorcas, con lo que el resultado se considera una auténtica joya. Además de su aspecto tan bello, la Fordita presenta una gran variedad de colores.

Como hoy en día hay otras formas de realizar la función que realizaban estos trabajadores, es prácticamente imposible obtener la piedra fordita que se obtenía con ese proceso de producción, un resultado difícil de conseguir hoy en día porque, al fin y al cabo, este lugar de trabajo existía hace años, pero con toda la tecnología que ha llegado, ya no se dispone del mismo modelo de trabajo.

Las piedras que se pueden crear pueden contar con la misma belleza, pero nunca con el mismo valor que las Forditas de antaño, por lo que la piedra se considera hoy una rareza. Se estima que el valor de un kilo de este verdadero residuo industrial supera los R $ 3 mil. Curioso, ¿verdad?