Las luciérnagas, conocidas popularmente como luciérnagas, son sin duda unos insectos muy interesantes. Ello se debe a que emiten luz debido a la presencia de luciferina, que son pigmentos responsables de la bioluminiscencia. La parte iluminada y fluorescente de las luciérnagas se encuentra en la región abdominal y se utiliza con el objetivo de atraer parejas para que el insecto pueda reproducirse.

El hecho es que, en los últimos años, los estudiosos han observado una disminución significativa de estos insectos, lo cual es preocupante, ya que las luciérnagas son indicadores de la salud del medio ambiente. Además, las luciérnagas son depredadores naturales de animales como pequeñas babosas y caracoles, mosquitos, larvas y otros, y ayudan en el control biológico de plagas.

Pero, después de todo, ¿cuáles son las principales razones que están haciendo que este adorable animalito sea cada vez más raro a los ojos de los humanos?

El primero de ellos, por supuesto, es la degradación de su hábitat natural. La contaminación de los ríos, la deforestación y el uso de pesticidas y plaguicidas son factores que han contribuido notablemente a la paulatina desaparición de las luciérnagas. Y no sólo de ellas, sino también de muchos otros insectos con una función muy importante dentro de la cadena natural, como las abejas.

Otro factor que afecta directamente a las luciérnagas es precisamente la iluminación artificial, ya que es la responsable de generar contaminación lumínica y exceso de dióxido de carbono emitido a través de la producción de electricidad. Así, la razón por la que la iluminación artificial de las grandes ciudades afecta tan directamente a estos peculiares insectos es porque la hembra utiliza su luz para atraer al macho, estoCon el exceso de luz que producimos, la hembra casi nunca encuentra las condiciones ideales, lo que ha contribuido a la disminución del número de luciérnagas en nuestro ecosistema.

Salvar a las luciérnagas

Hay formas sencillas de reducir nuestro impacto ambiental y evitar que las luciérnagas desaparezcan para siempre, así que ¿qué tal si empezamos a ponerlas en práctica?

• Evite el uso de pesticidas químicos;
• Apague las luces siempre que sea posible;
• Cultive hierba, follaje y arbustos, que son buenos entornos para las luciérnagas.