¿Sabes esa cosa rara que pasa cuando sientes vibrar el móvil en el bolsillo, pensando que es una llamada o una notificación, pero cuando lo coges para mirarlo no hay absolutamente nada? ¿Por qué pasa eso?

A veces pensamos que nos estamos volviendo locos, pero no es así en absoluto. Muchas personas relatan este tipo de sucesos, y tienen una explicación. El fenómeno se denomina "síndrome de la vibración fantasma".

Se realizó un estudio sobre este tipo de vibración con estudiantes, y los resultados mostraron que 9 de cada 10 encuestados habían experimentado alguna vez este tipo de fenómeno.

La ciencia aún no puede explicar exactamente por qué le ocurre esto a tanta gente hoy en día, pero hay algunas teorías bastante sólidas que podrían explicarlo un poco.

Estas "alucinaciones táctiles" pueden deberse a un uso excesivo del teléfono móvil. La sensación fantasma que sentimos puede estar relacionada con un deseo subconsciente de volver a tocar el smartphone, lo que nos sirve de aviso de que debemos estar disponibles.

Lo que explican los científicos es que condicionamos nuestro cerebro a interpretar ciertas sensaciones como la vibración, ya que queremos estar revisando el móvil. Sería algo así como un autoengaño, moldeado por nuestras malas interpretaciones.

Entonces pongamos un ejemplo que lo haga más fácil, y los que llevan gafas lo entenderán.

Todo usuario de gafas sabe que éstas son como una prolongación del cuerpo, ya que casi siempre nos olvidamos de que las llevamos en la cara. Sin embargo, cuando no están realmente en la cara, tenemos algunos reflejos para ajustarlas o protegerlas de algún modo.

Las notificaciones del móvil parecen ser lo mismo. Cualquier movimiento que se produzca, pensamos que es una vibración. El pantalón te toca la pierna o el músculo se titila un poco, tu cerebro entiende que es una vibración del aparato.

Esto se debe a que están entrenados para que cada vez que vibre su móvil, las notificaciones que aparezcan en la pantalla les produzcan una sensación agradable, por lo que siempre pensarán que se trata de un mensaje.

Otra cosa que ocurre mucho es cuando vemos alguna foto antigua, en la que aparece alguien llevándose algo a la oreja o mirando algo entre las manos. Mucha gente asocia ese objeto con el teléfono móvil, aunque en ese momento ni siquiera pensara en existir.

Estamos tan acostumbrados al formato y a la casualidad de tener un aparato así en la mano que se crean teorías de lo más variopintas sobre viajes en el tiempo, pero el fenómeno no es más que nuestro cerebro reconociendo algo familiar. Interesante, ¿no?