¡Conozca la cerveza de piña y aprenda a hacerla en casa!
¿Conoces la cerveza de piña? Es una bebida natural, llena de beneficios para la salud y puedes hacerla en casa, de forma muy fácil. No necesita fermentación, pero es muy parecida a la cerveza normal.
Al ser una bebida rica en antioxidantes y otros nutrientes, contribuye de varias formas a la salud, reduciendo la inflamación, ayudando a la digestión, protegiendo contra las enfermedades cardiovasculares y contribuyendo a la pérdida de peso, el fortalecimiento de los huesos y la absorción del hierro.
Ver también: Estos son los 4 países que lideran la producción de chocolateAdemás, también ayuda al cuerpo a recuperar los músculos después del ejercicio, mejora el sistema inmunitario, combate el asma, protege contra las enfermedades cardiovasculares, protege las cuerdas vocales, previene la infertilidad e incluso ayuda a mantener la salud mental.
Con tantos beneficios como éste, ¡es imposible no querer hacer esta delicia! Es perfecta para servir a los amigos e incluso para hacerles un regalo, sobre todo porque está hecha a mano. ¿Quieres aprender a hacerla? ¡Nosotros te enseñamos!
Todo lo que necesitas para preparar la receta es el zumo de la pulpa de la piña y el té de las cáscaras de la fruta. Como utensilios, necesitarás una batidora, un colador, un cazo y un tarro de cristal.
Empieza por pelar la piña y hervir las cáscaras para hacer un té, luego cuela y enfría. La pulpa debes batirla en una batidora con un poco de agua, para que se convierta en zumo.
Ver también: Cómo cultivar dátilesCuando el té esté frío, mézclalo con el zumo y cuélalo enseguida ¡Listo! Ya tienes tu cerveza lista y muy refrescante para tomar con este calor, y llena de nutrientes para que estés aún más sano.
Si esta receta te ha parecido demasiado sencilla, tenemos una con fermentación: necesitarás 1 piña, 3 tazas de azúcar demerara y 1,5 litros de agua mineral.
Para preparar la bebida, hay que quitar los dos extremos de la fruta, los "tapones", y cortarla en trozos pequeños, con la cáscara. Colocar los trozos en una jarra de cristal, añadir el agua y el azúcar, mezclando bien.
Tapar el tarro con un paño y dejar fermentar de dos a cinco días, al abrigo de la luz solar. Transcurrido este tiempo, colar el líquido y refrigerar.
Su color y textura son iguales a los de la cerveza, e incluso tiene la clásica espuma. Sin embargo, es una bebida más dulce y no contiene alcohol. Pero para quienes intentan llevar una vida más sana, es un gran cambio y puede acabar con las ganas de tomarse una "cold one" el fin de semana.