Cada día vemos más personas que buscan un estilo de vida más natural. Para ello, muchos eliminan una serie de alimentos de su dieta, siendo la cerveza uno de estos artículos que acaban siendo descartados. Pensando en este público, las marcas están ofreciendo alternativas para aquellos que quieren estar sanos, pero sin dejar de lado la cerveza.

Aunque las bebidas alcohólicas no aportan beneficios para la salud, algunas marcas han dado un paso al frente para intentar convertir la bebida en un artículo "funcional" para quienes hacen ejercicio. Un ejemplo de ello es el caso protagonizado por el equipo olímpico de esquí de Alemania 2018, que ganó varias medallas de oro en los Juegos Olímpicos.

En su momento, el caso recibió una gran atención de la prensa, ya que el informe señalaba que los atletas bebían en exceso durante los entrenamientos. Esta costumbre estaba tan arraigada que la cervecera Krombacher entregó 3.500 litros de cerveza de trigo sin alcohol a la Villa Olímpica de Pyeongchang.

Conocida por sus propiedades antiinflamatorias y rica en polifenoles antioxidantes, la cerveza isotónica sin alcohol se utiliza ampliamente como bebida deportiva en toda Alemania.

Según el testimonio del Dr. Ryan Greene, médico osteópata residente en Los Ángeles, muchos de los ingredientes utilizados para elaborar la bebida son beneficiosos para los deportistas en general." También son una gran fuente de vitaminas, hidratos de carbono, proteínas y grasas buenas. ", revela el profesional.

¿Es la cerveza un superalimento infravalorado?

Los superalimentos como el açaí y el guaraná están de moda en el mercado de la comida sana, pero ¿tienen también cabida en la industria cervecera?

Con un 9% de alcohol, la Belgian Fruit Beer tiene un intenso color púrpura gracias a una larga lista de superalimentos utilizados en su receta, como arándanos, bayas de acai, bayas de goji, ñame púrpura, escaramujos, semillas de chía, semillas de lino, espelta, avena y quinoa.

Rica en aminoácidos y nutrientes, esta bebida contiene ocho veces más vitaminas del grupo B que una cerveza rubia americana tradicional y más del 90% de la cantidad diaria de ácido fólico recomendada por los nutricionistas.

Mientras tanto, los probióticos beneficiosos para el intestino también son un fijo en el pasillo del bienestar, por lo que las cervezas híbridas ofrecen los beneficios de la kombucha combinados con el sabor de la cerveza, creando así la llamada "buchaber" de la zona.

En 2017, un grupo de investigadores de la Universidad de Singapur desarrolló una cerveza probiótica única. El producto, por desgracia, nunca llegó a comercializarse, pero la noticia generó una gran cobertura mediática. Podría ser la cerveza probiótica la próxima gran novedad en el mercado asiático y mundial? Solo el tiempo lo dirá!