Una cocina organizada es el requisito mínimo para preparar buenos platos, y varios expertos culinarios comparten esta opinión. Aquí en Brasil, tenemos como ejemplo al chef Érick Jacquin, un simpático francés muy conocido por su acento y por ser un experto en la materia.

En los programas en los que actuaba como jurado, el profesional era muy conocido por su rigidez con la limpieza y organización de los ambientes donde se preparaban los alimentos, siguiendo estrictas normas sanitarias utilizadas en Europa.

Después de todo, ¿quién no recuerda el famoso meme " vergóin da profissión " que disparó contra el dueño de un restaurante cuando se dio cuenta de que apagaba su congelador por la noche para ahorrar energía?

Bromas aparte, ahora hablaremos un poco sobre el correcto almacenamiento de algunos recipientes. ¿Sabías que hay cosas que no deben guardarse en el refrigerador? Exacto, y la sartén es uno de esos artículos, conoce más a continuación.

¿Por qué no debemos guardar los cacharros en la nevera?

Así es, querido lector: si tampoco quieres ser un desastre en la cocina, debes evitar guardar ollas y sartenes en la nevera, ya que existe un gran riesgo al hacerlo, y a continuación te explicamos las razones.

Un sistema de refrigeración tiene la función de conservar los alimentos, para que puedan utilizarse durante más tiempo, sin ofrecer peligro para la salud humana, después de todo, ¡los artículos estropeados pueden causar intoxicaciones graves e incluso la muerte!

De este modo, el frío generado por el dispositivo reduce e inhibe la acción de bacterias y otros microorganismos que pueden atacar a los alimentos y hacer que se deterioren más rápidamente, garantizando un consumo más seguro y eficaz.

De este modo, colocando ollas en la nevera puede causar problemas con la temperatura del aparato y, por tanto, comprometer su capacidad de refrigeración. Si esto ocurre, afectará a la calidad de los productos perecederos almacenados en él.

Esto se debe a que el equipo acaba recibiendo mucho calor mientras se enfría, generando un cambio de temperatura que puede afectar negativamente a las características de los alimentos almacenados en él.

En resumen, guardar ollas y sartenes en el frigorífico puede dañar el aparato e incluso afectar negativamente a tus alimentos al acelerar su proceso de descomposición. Además, los cubiertos y los vasos tampoco deben exponerse a bajas temperaturas.

Por lo tanto, prefiere optar por recipientes de plástico para guardar tus alimentos, ya que no suponen tantos riesgos para la salud ni para la máquina en cuestión. Y entonces, ¿te han gustado los consejos? Esperamos que sí, al fin y al cabo, debes ser un " orgull da profissión ", además de preferir comer alimentos más sabrosos, ¿verdad?